La verdad es que los detergentes ecológicos no se parecen en casi nada a los convencionales, ni en su composición ni en su interacción con el medio natural o en su contribución a la sostenibilidad.
Existen varios sellos que certifican el carácter ecológico de un detergente, los hay más estrictos y otros más permisivos pero sin duda la principal diferencia con los convencionales es el impacto sobre el medio ambiente que tiene el detergente después de lavar la ropa o los platos y esto depende de si los ingredientes son biodegradables .
¿Pero que quiere decir biodegradable? Los productos biodegradables son aquellos que tienen la capacidad de descomponerse de manera natural en poco tiempo. En el caso de los detergentes, son aquellos que los microorganismos degradan fácilmente y, por tanto, no contaminan.
Cualquier sustancia es biodegradable, la cuestión está en cuánto tarda en descomponerse. Por ejemplo, en análisis de medios acuáticos realizados en 2003 se encontraron rastros de un surfactante convencional que dejó de usarse en los años 80. Así, una de las metas más perseguidas por el sector de los detergentes ecológicos es conseguir fórmulas que se biodegraden lo más deprisa posible, para afectar durante el mínimo tiempo a los seres vivos del agua.
Gracias a la rapidez con que los detergentes ecológicos se biodegradan, el agua que se va por el desagüe de la lavadora o el fregadero en muchos casos se podría usar directamente para regar. En cambio, si usamos detergentes convencionales el agua contendrá sustancias tóxicas que harán más compleja y costosa la depuración de las aguas residuales, que de otra forma podrían llegar a magnitudes superlativas de contaminación.
El fango o lodo que surge de las depuradoras se deshidrata, puede recibir algún tratamiento para reducir su masa y en general se envía a uno de tres destinos finales: aplicaciones en suelos, incineración o vertido en depósitos controlados. Por ejemplo, en Cataluña cada año se suelen enviar más del 80% a aplicaciones en suelo.
En este lodo no hay oxígeno, lo cual impide la biodegradación de algunas de las sustancias que se consiguió quitar del agua. Los ingredientes que no se biodegradan en los fangos llegan intactos al suelo agrícola, alterando también ese ecosistema.
En Semper hemos seleccionado para tí detergentes con ingredientes naturales con una fórmula biodegradable que se descompone por la acción de agentes biológicos, veganos porque no contienen ningún ingrediente de origen animal y con envases 100% reciclados y 100% reciclables en el contenedor amarillo.
¡Pásate a una limpieza sostenible y el planeta te lo agradecerá!
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