Cada año se recogen de las playas europeas 320.000 Kgs de bastoncillos de plástico. ¿Es alucinante verdad? Son tan finos que se cuelan por las rejillas de las depuradoras y acaban en el mar, contaminando el fondo marino y causando grandes daños a la fauna marina.
LastRound es una startup creada por unos jóvenes daneses que busca reducir el desperdicio de productos de usar y tirar, apostando por la sostenibilidad y el diseño y por eso han creado este bastoncillo que está hecho a base de silicona y tiene infinitos usos.
Viene en una caja para guardarlo que está hecha de fibra de maíz y usarlo es super sencillo. Basta con que después de casa uso lo limpies con un poco de agua y jabón debajo del mismo grifo del baño y lo guardes de nuevo en su cajita para el próximo uso.
En nada te resultarán mucho más rentables que los convencionales, y obviamente el bien que le estarás haciendo al planeta, que eso es incalculable.